Estrella de la primera película estadounidense actuada sólo por afrodescendientes, Nina Mae McKinney, también conocida como “La Garbo Negra”, fue una de las primeras afroamericanas en aparecer en la televisión inglesa, actuar en el London Palladium y ser parte de una presentación del Royal Command Performance para el rey Jorge V. Su contribución al cine fue reconocida en 1978 con un premio póstumo del Salón de la Fama de Cineastas Negros de EE.UU.
Nació como Nannie Mayme McKinney. Creció con su tía abuela, quien trabajaba como empleada doméstica y cocinera para un coronel en Carolina del Sur. En la escuela participó en obras de teatro y aprendió a bailar. A los 13 años se mudó a vivir con su mamá a Nueva York quien se había ido en búsqueda de mejores oportunidades. A los 16 años adoptó el nombre artístico de Nina Mae McKinney y decidió hacer un camino en el mundo del espectáculo.
Se presentó en clubes nocturnos. Fue parte del musical «Blackbirds of 1928» de Broadway, el primero con sólo cantantes afrodescendientes. En 1929, interpretó el personaje femenino principal de la película «Hallelujah», el primer musical con un reparto exclusivamente afro. Pese a que tras su éxito firmó un contrato por cinco años con MGM Studios, en Hollywood no había papeles protagónicos para mujeres de su color de piel.
Se mudó a Europa donde se hizo conocida con funciones en diversos cabarets. Actuó en distintas producciones británicas y en 1933 se convirtió en la primera artista afroamericana en aparecer en la televisión inglesa. Cuando estalló la Segunda Guerra retornó a EE.UU.
Trató de volver al cine hollywoodense pero fue imposible. Participó en filmes independientes con temáticas raciales. En 1949, apareció en la pantalla grande por última vez con un papel secundario en el drama «Pinky». Dos años después hizo su última aparición en el escenario interpretando a Sadie Thompson en una producción de verano de «Rain». Murió en Nueva York a los 54 años debido a un ataque cardíaco.