Bautizada como la madre del cine underground, la bailarina, coreógrafa, poeta y artista visual Maya Deren nació en Kiev, Ucrania, bajo el nombre de Eleanora Derenkowsky. En 1922, por razones políticas y un incipiente antisemitismo, su familia se trasladó a Siracusa, Estados Unidos. También acortaron el apellido a Deren y en 1928 Eleonora se nacionalizó estadounidense.
Estudió en la Universidad de Siracusa y se unió a la liga de jóvenes socialistas trotskistas donde conoció a Gregory Bardacke. Se casó con él cuando tenía 18 años y se mudaron a la ciudad de Nueva York. Estudió literatura, se divorció y trabajó como secretaria. En 1941 Deren se convirtió en la asistente personal de la coreógrafa Katherine Dunham y así conoció a Alexandr Hackenschmied, fotógrafo y camarógrafo checo que se convertiría en su segundo esposo y en codirector de algunas de sus películas.
Durante los años 40s se convirtió en realizadora de cine experimental, surrealista y de vanguardia, basando parte de su obra en el psicoanálisis. La autora definía sus propias obras con el término “películas de cámara”; sus películas no pretendían llegar a un público amplio pero tampoco marginal. Su trabajo sería un anticipo de lo que luego se conoció como videoarte.
En 1943, adoptó el nombre de Maya Deren y trabajó con Marcel Duchamp en una cinta que nunca terminaron. Sus amistades también incluyeron a otros artistas como André Breton, John Cage y Anais Nin. Su obra Meshes of the Afternoon, cortometraje de 16 mm, fue premiado en Cannes, y es considerado una de las películas experimentales más importantes. Influyó en realizadores como Jean Cocteau, Luis Buñuel y David Lynch, y fue adquirido por el MoMA de Nueva York. El cortometraje de carácter feminista explora las imágenes del interior de una mujer, en cuyos sueños tiene un terror hacia los objetos de su vida cotidiana. En 1946 se convirtió en la primera mujer en obtener una beca Guggenheim para filmar libremente.
Deren actuaba, editaba, escribía y dirigía sus propias películas, además de distribuirlas. Siempre confrontó al cine de Hollywood diciendo: “Hago mis películas con lo que Hollywood gasta en pintalabios”, además de protestar por su carácter monopólico y alejado del arte. La realizadora fundó la Creative Film Foundation, fundación que se dedicó a premiar y visibilizar el trabajo de cineastas independientes. Maya Deren también fue escritora y su libro más destacado se titula Anagrama. Murió en 1961, a los 44 años, producto de un derrame cerebral en el habría influido el consumo de anfetaminas. Sus cenizas fueron esparcidas en el Monte Fuji, Japón.