Lideresa del movimiento feminista contemporáneo haitiano, la abogada y actriz Magalie Marcelin co-fundó en su país el primer albergue para proteger y defender a mujeres y niñas víctimas de violencia de género. Promovió la aprobación de leyes para reconocer la igualdad de derechos de las mujeres en el matrimonio y para penalizar la violación y la violencia doméstica. Murió en el terremoto de 2010 que afectó a su país.
Durante su adolescencia, Magalie utilizó el teatro como medio para fomentar la conciencia y reflexión política. En más de una ocasión fue arrestada por sus intervenciones artísticas hasta que el dictador Jean-Claude Duvalier la exilió. En 1981 se mudó a vivir a Canadá donde estudió Derecho. Luego de la caída de Duvalier, regresó a Haití y comenzó a abogar por los derechos de las mujeres.
Co-creó Kay Fanm (Hogar de mujeres), un refugio para brindar apoyo y rehabilitación a mujeres maltratadas; también las ayudaba a encontrar abogadas para que tuvieran un juicio justo. Con el objetivo de entregarles habilidades profesionales y desarrollar aptitudes parentales positivas en madres solteras, organizó distintas actividades y capacitaciones en las instalaciones de la ONG. Vivía en el hogar por lo que estaba disponible 24/7 para quien la necesitara.
Tras el golpe militar ejecutado en 1991, estuvo escondida durante cuatro años. Después de reinstaurada la democracia trabajó por la ratificación de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belém do Pará) y la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.
Magalie solía asistir a mujeres en la iniciación de grupos de bases o distintas organizaciones. El día del terremoto se encontraba reunida con una de ellas en Kay Fanm cuando el centro se desplomó. A la mañana siguiente, amigos y familiares lograron rescatar su cuerpo sin vida.