Cuando se habla de la escritora ruso-germana Lou Andreas-Salomé, se enumera a los hombres que cayeron en trance con ella, ofreciendo amor y matrimonio o teniendo amistades de compenetración intelectual: Nietzsche, Freud, Rée y Rilke. Lo cierto es que antes que musa, Lou fue un espíritu libre, inquieta de pensamiento y autora de una decena de libros, y la única mujer admitida en el Círculo Psicoanalítico de Viena a principios del sigo XX.
Andreas-Salomé nació en San Petersburgo, hija de un militar. Fue la única mujer entre seis hermanos y siendo adolescente comenzó a instruirse. Su padre murió y su madre la acompañó hasta Zurich –donde la universidad sí admitía mujeres-, donde estudió Teología. Luego se trasladó a Roma, donde conoció al escritor Paul Rée y al amigo de este, Friedrich Nietzsche. Ambos se enamoraron de la joven, la que insistió que no se casaría con ninguno de los dos, sino que prefería establecer una comunidad intelectual. Eventualmente Lou, libre en cuanto a amores, sí se casó por conveniencia con el académico Friedrich Carl Andres; pero el matrimonio nunca se consumó. Tuvo también una relación por años con el poeta Rainer Maria Rilke, varios años menor de la que sobreviven bellas cartas.
Lou Andreas Salomé escribió poemas –como el que sirvió de inspiración para el Himno a la vida de Nietzsche-, ensayos y libros; era una trabajadora y pensadora incansable. Era también una mujer independiente gracias a la fama de sus escritos. Escribió un libro sobre su amigo Nietzsche tras la muerte de este, o un estudio sobre las mujeres en la obra de Ibsen.
A principios del siglo XX conoció a Sigmund Freud y se convirtió en amiga y discípula; fue admitida en el Círculo de psicoanalistas de Viena y desde 1915 que ella misma atendió a pacientes en su consulta en Gotinga, en Alemania, donde vivía. También fue una mujer pionera en escribir sobre la sexualidad y el narcisismo femeninos desde la mirada psicoanalítica.
Lou Andreas-Salomé murió a los 76 años por una falla renal. Hoy hay películas, novelas y hasta una ópera inspiradas en su vida; también calles e institutos de sicoanálisis.