En China las mujeres tienen poco espacio en la esfera pública, pero muchas de ellas llevan años tratando de revolucionar a este país de tradiciones antiguas. Li Yinhe es una socióloga, que ha escrito e investigado sobre los comportamientos sexuales en su país y abogado desde ahí desde por la libertad sexual hasta por los derechos homosexuales y la tolerancia.
Li Yinhe fue a la universidad en China en los 70, y luego, en el 82, se fue a hacer un doctorado a Estados Unidos. Fue al regreso a su país que se escandalizó por lo conservador que todo seguía en China y la poca información que había sobre los comportamientos sexuales de la nación. Comenzó a hacer encuestas, que han entregado valiosa información sociológica, mientras aboga por que la monogamia es una decisión, no obligación, porque no se castigue la libertad sexual, y ya lleva tres intentos de legalizar el matrimonio homosexual en su país a través de propuestas a comités oficiales.
En los 90 se convirtió en profesora de la Academia China de Ciencias Sociales, desde donde siguió contribuyendo con estudios, hasta el año pasado cuando se retiró. En 1992, por ejemplo, publicó su segundo libro “Su mundo, un estudio de la comunidad gay en China”, que es el primero sobre el tema en el país. Es así la primera sexóloga China, un país donde lo conservador, sobre todo para las mujeres, manda. Ha escrito columnas sobre los derechos reproductivos de las mujeres, el deseo sexual y la necesidad de incluir educación sexual en el currículum escolar chino.
En lo personal también ha dado ejemplos de tolerancia y ha sido una verdadera revolucionaria en su país al contar su historia de amor: estuvo casada por décadas con el escritor Wang Xiaobo, hasta la muerte de este en 1997. Y desde entonces, según contaron en entrevistas el año pasado, ha estado emparejada con Zhang Honxia, quien es un hombre transgénero. El normalizar su historia, al compartirla con la sociedad china, es un aporte a la visibilización de los transgéneros.
Y muestra que, claro, amor es amor.