Es una de las mejores periodistas de habla hispana y una maestra de la crónica, pero jamás estudió periodismo: la argentina Leila Guerriero aprendió a escribir leyendo, y a reportear trabajando en las redacciones de medios.
Nació en Junín, a 260 kilómetros de Buenos Aires. Su padre era químico y su madre profesora y dueña de casa; Leila desde muy pequeña amó la lectura y ha contado que iba de un lado a otro con algún libro siempre en la mochila. Estudió turismo en la capital y se volvió a Junín, donde trabaja en un supermercado mientras escribía.
Se animó a dejar uno de sus relatos, Ruta cero, en las oficinas del periódico Página 12, esperando ser publicada en el suplemento literario. Este ya estaba cerrado, y le dijeron que se lo dejara a nombre del director del diario, Jorge Lanata. Días después, de vuelta en Junín, el padre de Leila -entonces de 22 años- le dice que hay una publicación suya en el diario. Guerriero llamó a Lanata, quien le terminó ofreciendo un puesto en la redacción; se trasladó entonces definitivamente a Buenos Aires.
Durante la década siguiente Guerriero se hizo un nombre como periodista, tanto por su pluma excepcional como por su rigor y obsesión en el reporteo. Investiga sin descanso, porque es la parte más importante del trabajo, y luego hace una veintena de versiones de sus textos, hasta que quedan perfectamente pulidos. En 2005 se trasladó a un pueblo de la Patagonia argentina, donde varios jóvenes se estaban quitando la vida; así nace su primer libro, Los suicidas del fin del mundo, una crónica que habla de la soledad y desamparo. Desde entonces ha publicado casi una decena de libros, como editora o como cronista, sobre todo con sus perfiles periodísticos, retratos a fondo de distintos personajes, que pueden ser famosos empresarios, artistas o personas más desconocidas.
Leila Guerriero tiene una columna en el diario El País de España, ha sido editora para el cono sur de la revista Gatopardo, y ha ganado el Premio de la Fundación de Nuevo Periodismo -por su reportaje El rastro de los huesos-, además del premio de periodismo Manuel Vázquez Montalbán, entre otros.