Esta alemana está dentro de la historia del automovilismo mundial al ser la primera y hasta ahora única mujer en ganar nada menos que el rally Dakar en el año 2001, cuando aún se corría en Europa y África.
Jutta nació en 1962 en Alemania, en la ciudad de Colonia, y antes de convertirse en piloto estudió Física e Ingeniería; para su tesis entró a trabajar en BMW en 1987, donde seguiría por unos años su carrera, desempeñándose en el equipo de diseño de automóviles. El mismo año en que ingresó a BMW, dio inicio a su carrera como piloto en el Rally de los Faraones en la categoría de motocicletas, como piloto privado y con su propio financiamiento; cinco años después, sería la ganadora de este Rally.
En 1993 fue su debut en el Dakar como copiloto de Jean Louis Schlesser, un reconocido piloto francés, quien por un tiempo también sería su pareja. En 1994 Jutta pasó a participar como piloto y en la versión de 1997 se transformó en la primera mujer en ganar una etapa del Dakar.
En el 2001 vino su consagración, perteneciendo al equipo Mitsubishi y como compañera de Hiroshi Masuoka, otro experto en el Dakar. Fue una hazaña; una de las gracias del Dakar es llegar al final considerando lo extremo y de largo aliento que esta competencia, y Jutta llegó con posibilidades al final, manteniéndose en los primeros lugares. Aprovechando una penalización a Schlesser y problemas mecánicos de Masuoka, la piloto cruzó la meta en el primer lugar de la última etapa, ante la sorpresa de todos. Schlesser, quien ya no era su novio, impugnó el triunfo en base a rebatir su penalización, pero la FIA lo ratificó y Jutta hizo, historia tirando por tierra los prejuicios.
Hoy Jutta vive dando conferencias de motivación y de superación de obstáculos, y sigue siendo una amante de la adrenalina y el deporte. Desde 2004 que es piloto de helicópteros, y además ha cruzado los Alpes en bicicleta.