Apasionada de los volcanes desde muy pequeña, Katia Kraftt dedicó toda su vida a analizarlos y viajó por todo el mundo junto a su marido para estudiar, filmar y fotografiar volcanes activos. Si bien todo terminó de una manera muy trágica –la pareja quedó atrapada en flujo piroclástico en el monte Unzen, en Japón, junto a unos 40 periodistas que cubrían la noticia, y fallecieron todos en el acto–, su legado marcó para siempre el mundo de la vulcanología y la geología.
Nacida en 1942 en Francia, desde pequeña desarrolló un interés por los volcanes. Es por eso que viajó junto a sus padres a Sicilia para ver el Etna, el Estrómboli y el Vulcano. Terminó el colegio e ingresó a la Universidad de Estrasburgo, donde se especializó en Física y Geoquímica. Ahí conoció a su compañero de viaje, Maurice Krafft, con quien se casó en 1970. Ambos formaron un equipo para filmar, observar y analizar diversos fenómenos alrededor del mundo, utilizando estos medios para hacer difusión de su material. Todo este conocimiento fue transmitido a la comunidad científica, tanto como a comunidades en peligro por posibles erupciones volcánicas: publicaron películas, libros, realizaron conferencias y aparecieron en diversos programas de televisión.
En sus expediciones realizadas a Italia, Islandia, Indonesia, África, América, Hawái y Nueva Zelanda, entre otros países, reunieron material que los llevó a ganar dos premios por sus reportajes: el Prix de la Société de Géographie de Paris (Premio de la Sociedad Geográfica de París) y el Prix de l’Exploration, en 1975. Uno de sus últimos trabajos se centró en planes de acción para comunidades en riesgo –que de hecho se utilizaron para la erupción del Monte Pinatubo, en Filipinas.
Otro proyecto muy ambicioso fue La casa del volcán, en la isla de Reunión (Océano Índico), y Vulcania, en Auvernia (Francia). Ambos lugares están equipados para que los visitantes puedan aprender sobre volcanes y geología. Su fatídico final no fue impedimento para que el legado de Katia Krafft traspase la barrera del tiempo y para que todo lo que construyó junto a Maurice hoy siga siendo referencia en la materia.