Nacida en Nueva Zelanda, June Sutor fue una cristalógrafa y experta en difracción de rayos X. Se convirtió en una de las primeras científicas en establecer que se podrían formar enlaces de hidrógeno en los átomos de hidrógeno unidos a los átomos de carbono. La mayor parte de su trabajo lo realizó en Inglaterra, a donde se trasladó para trabajar en el Birkbeck College de Londres e hizo importantes contribuciones sobre el uso de la difracción de rayos X en biología molecular.
Como cristalógrafa, su labor era ayudar a mejorar la comprensión científica de las interacciones entre los átomos. En 1962 y 1963 publicó dos papers sobre sus descubrimientos, aunque sus ideas fueron rechazadas por Jerry Donohue, un cristalógrafo estadounidense experto en la materia. Lamentablemente debido a su influencia, fue relevante para ella que él refutara su contribución.
Es por eso que su descubrimiento era casi innombrable y, como sus resultados no fueron concluyentes, sus ideas solo fueron ampliamente aceptadas como verdaderas después de que ella dejó la investigación de cristalografía estructural. “Alguien como Donohue, que había resuelto docenas de estructuras de cristal, posiblemente podría resentir a June Sutor, quien resolvió un puñado y luego se sumergió en la literatura con este nuevo concepto“, dijo Carl Schwalbe a la revista Chemistry World, un cristalógrafo retirado de la Universidad de Aston, en el Reino Unido. La aceptación de las mujeres en la ciencia, especialmente en la física, todavía era muy difícil.
Después de las demoledoras conclusiones de Donohue, a June se le habían acabado los fondos para seguir en Inglaterra, así que regresó a Nueva Zelanda. Tres años después regreso a Londres, esta vez acompañada de Kathleen Lonsdale, cristalógrafa con quien colaboró prácticamente hasta su muerte en la determinación de la estructura de los cálculos renales.
A comienzos de los 80, y ya con varios avances tecnológicos, se comprobaron las investigaciones de Sutor.