Feminista y reformadora social inglesa en la época victoriana, Josephine Butler hizo campaña por el derecho de las mujeres a ingresar a la educación superior, trabajó por el bienestar de las prostitutas y luchó por la derogación de la Ley de Enfermedades Contagiosas.
Nació en una familia adinerada con conciencia social. John Gray, su padre, fue un activista contra el tráfico de esclavos. Hannah Eliza Annett, su madre, le inculcó principios religiosos. Se casó con George Butler, un clérigo académico, y tuvo cuatro hijos. Cuando la menor de ellos murió, intentó sobrellevar su dolor involucrándose en obras sociales.
Defendió el acceso de las mujeres a la universidad. La nombraron presidenta del Consejo del Norte de Inglaterra para la Educación Superior de la Mujer en 1867. Dos años después publicó el libro “The Education and Employment of Women”. Conoció la realidad de las prostitutas. Recibió en su hogar a las que padecían enfermedades venéreas en fase terminal y abrió albergues para cuidar de ellas. Las legislaciones permitían forzarlas a exámenes médicos buscando “evitar” el contagio de las fuerzas armadas. Si se negaban a ser examinadas u hospitalizadas, las encarcelaban.
En 1869 fundó la Asociación Nacional de Damas para la Derogación de la Ley de Enfermedades Contagiosas y dirigió durante casi dos décadas una cruzada con el fin de revocarla. También formó la Federación Británica y Continental para la Abolición de la Prostitución a nivel internacional.
Conoció a Florence Soper Booth, fundadora del Ejército de Salvación, quien la invitó a exponer sobre la trata sexual infantil. Escribió artículos sobre el tema y con la ayuda de William Thomas Stead, editor de “The Pall Mall Gazette”, presionó para elevar la edad de consentimiento de 13 a 16 años. Finalmente la Ley de Enfermedades Contagiosas se eliminó en el Reino Unido en 1886, aunque siguió vigente en la India británica. Josephine difundió la causa y batalló hasta que la Cámara de los Comunes suprimió las normas, ordenando al Gobierno indio cancelarlas.