Fue una feminista pionera en distintos ámbitos, que escribió no sólo sobre los derechos y liberación de la mujer, sino que también fue una importante activista LGBT; la alemana Johanna Elberskirchen fue una figura fundamental en el la lucha femenina de principios del siglo XX, pero su obra ha demorado casi cien años en ser traducida al español o ser más conocida en el mundo anglosajón.
Nació en Bonn, en una familia con cinco hijos. Aunque en un principio trabajó como contadora, eventualmente dejó su país y estudió Medicina en Suiza, luego Leyes. Así, Elberskirchen comenzó a entregar potentes escritos que no sólo contenían sus convicciones políticas, como el derecho a voto femenino, sino que hablaban también de medicina, derecho y más.
No sólo era una pionera feminista, sino que también era lesbiana, en un tiempo donde las mujeres homosexuales tenían casi nula visiblidad. Su valiente defensa de las lesbianas, la convierte en una figura completamente atípica para la época. Estuvo emparejada buena parte de su vida a Hildegard Moniac.
En sus escritos –algunos compilados en el libro “Anarquía sexual, feminismo y homosexualidad”– defendía la educación femenina, además hablaba sobre prostitución, la imposición de la maternidad y de los vicios del capitalismo, mientras abogaba también por los derechos de las lesbianas de ser tratadas con los mismos derechos que los de cualquier ser humano. Teorizó sobre el deseo y el amor, y publicó columnas y textos bajo el seudónimo Hans Carolan.
La aparición de los nazis dificultó más su trabajo público y también su vida privada, por lo que una de las últimas apariciones de Johanna haciendo discursos fue en 1933 en Viena.