Bióloga y fisióloga celular, Jewel Plummer Cobb contribuyó al campo de la quimioterapia con sus investigaciones sobre cómo los medicamentos afectaban a las células cancerosas. Como mujer afrodescendiente, estimuló a jóvenes y a minorías étnicas a estudiar ciencias en la universidad.
Ingresó a la Universidad de Michigan, aunque debido al racismo se trasladó a una institución para “negros” en Alabama. Luego hizo un posgrado en biología y un doctorado con especialización en fisiología celular de la Universidad de Nueva York. Su tesis doctoral fue sobre la melanina y el cáncer de piel.
Se convirtió en becaria del Instituto Nacional del Cáncer y comenzó su beca post doctoral en el Centro de Investigación del Cáncer. Dirigió el Laboratorio de Cultivo de Tejidos de la Universidad de Illinois. Cultivó células de los tumores de los distintos pacientes y estudió los fenotipos después del tratamiento de quimioterapia.
Ocupó varios puestos docentes y administrativos en distintas universidades. Se desempeñó como profesora de zoología y fue la primera mujer afro en ocupar el cargo de decana del Connecticut College. Financió programas para que mujeres y minorías pudieran estudiar. Paralelamente, continuó con sus indagaciones en oncología.
En 1979, publicó un artículo donde señaló que los sistemas educativos dificultaban que las mujeres eligieran una carrera en el campo de la ciencia. En 1981, la nombraron Presidenta de la Universidad Estatal de California. Obtuvo fondos públicos para construir un edificio de ciencias y otro de ingeniería e informática. Logró ayudar a costear subvenciones y becas para minorías. Creó un programa de profesores tutores para apoyar a los estudiantes.
En Estados Unidos integró la Academia Nacional de Ciencias y la Fundación Nacional de Ciencias. En el 2001 fue la primera en recibir el Premio Reginald Wilson por logros notables en la diversificación de la educación superior.