“El cine no va a cambiar el mundo como se pensó en los 60, pero sí influye. Y esa influencia hay que aprovecharla para bien, abriéndose a más fantasía, más profundidad. Abrir verdaderas ventanas y mirar Chile de otra manera”, decía Jaqueline Mouesca en una entrevista en 2005. Llevaba una vida entera dedicada a estudiar e investigar el cine nacional, documentándolo en diversos libros que hoy son parte de la bibliografía principal sobre el séptimo arte en el país. En un Chile poco dado a la memoria, Mouesca se preocupó de plasmar la historia del cine, de ficción y documental, para la posteridad.
Nació en Santiago y después del Golpe de Estado dejó Chile y se instaló en Francia. Allá estudió en la Universidad de París I y X. Fue asistente de producción de Diálogo de exiliados, de Raúl Ruíz; ya antes de dejar Chile ella misma había tenido trabajos como documentalista de cortos. En Europa comienza su largo camino de investigadora del cine chileno. En 1988 publica en Madrid “Plano secuencia de la memoria de Chile”, que abarca el cine nacional desde 1960 hasta 1985, dejando así documentado y analizado en el contexto histórico el cine de Miguel Littin, de Patricio Guzmán, de Aldo Francia y más.
En 1990 vuelve a Chile y sigue publicando además de enseñando. Vendrán los libros “El cine en Chile; crónica en tres tiempos” y “Cine y memoria del siglo XX”, además de su investigación sobre el documental chileno en el año 2005. Los estudios de Mouesca permitieron así rescatar buena parte de la historia fílmica del país.
En el año 2017 recibió el premio Pedro Sienna a la trayectoria. Murió en diciembre de 2019 en el sur de Francia, acompañada de su familia.