La activista Henrietta Muir Edwards luchó por los derechos de las canadienses. Artista y escritora, trabajó por establecer la individualidad personal de las mujeres. Fue presidenta del Comité de Derecho del Consejo Nacional de Mujeres durante más de 35 años.
Perteneciente a un linaje de sastres comerciantes de Montreal, creció guiada por el evangelio. Dicen que aprendió sobre los derechos legales de las mujeres gracias a la “fe religiosa democrática” de su madre y padre.
Durante su educación conoció a directoras de escuela que abogaban por la inclusión de la mujer en el mundo académico. Cuando tenía 25 años creó con Amelia, una de sus hermanas, la Sala de Lectura de las Mujeres Jóvenes, una biblioteca y un lugar de reunión para encuentros religiosos y eventos sociales.
En 1875, otra vez junto a Amelia, fundaron la Working Girls Association para ayudar a mujeres con alimentos, salas de lectura y cursos de formación. También publicaron mensualmente “Woman’s Work”, considerada la primera revista canadiense para trabajadoras. Empleaban sólo a mujeres y las capacitaban para imprimir la publicación por sí mismas.
Henrietta estudió la ley canadiense de manera informal, especialmente los códigos relacionados con mujeres y niños. Escribió dos manuales legales sobre el tema. Integró la Unión de Mujeres Cristianas por la Templanza y el Consejo Nacional de Mujeres de Canadá. A fines de la Primera Guerra, el gobierno la convocó a ser parte del comité asesor para la ejecución de un plan de reajustes debido a la escasez de suministros.
Perteneció a ‘Las Cinco Valientes’, un grupo que luchó para que a las mujeres se las reconociera como “personas” ante la ley canadiense; en ese momento no estaban incluidas en la definición de personas de la Constitución. Al serlo, podrían incluso ser nombradas para el Senado. Su legado es destacado en Canadá, aún cuando hoy algunas de sus opiniones sobre la inmigración y la eugenesia han sido criticadas como racistas y elitistas. El gobierno canadiense la designó Persona de Importancia Histórica Nacional en 1962 y senadora honoraria en 2009.