Las mujeres no podían practicar lucha libre. En el conservador distrito de Rohtak en India, en el estado de Haryana, una mujer que hiciera lucha no sólo era mal mirada, sino que se decía que no podría casarse, que no era lo correcto. Pero Sakshi Malik no sólo venció esos estereotipos de su país, sino que en Río 2016 le dio la primera medalla olímpica a India de los juegos, ganando el bronce, y se transformó en la primera luchadora olímpica en ganar una medalla por su país, y la cuarta atleta femenina en llevarse un triunfo así.
A Malik le interesó la lucha libre ya que su abuelo practicaba el deporte. Desde los 12 años comenzó a entrenarse más profesionalmente, batallando a la vez con la cultural local que trataba de imposibilitar el acceso de mujeres a este deporte. Solo desde 2002 se le permitió a las mujeres entrenar lucha en Haryana. Pero Malik comenzó a ganar campeonatos internacionales y locales, de a poco rompiendo las limitaciones impuestas a las mujeres en su país.
Esta semana se llevó el bronce, luego de un apasionante encuentro donde iba perdiendo por cinco puntos y dio vuelta el marcador, a punta de determinación. Según ella la medalla “es el resultado de 12 años de dedicación. Nunca me di por vencida en el final. Era el último round, tenía que darle mi máximo esfuerzo, creía en mí”.
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