Elyse Fox comenzó a vivir con depresión desde los 10 años de edad. La nativa de Brooklyn sentía que no existía una conversación de salud mental mientras crecía, y vivía con el temor al estigma con que están asociados trastornos de este tipo; cuando recibió el diagnóstico de depresión como veinteañera, sentía que no tenía con quién discutirlo. Simplemente no existían mujeres exitosas o famosas que hablaran de sufrir realidades de este tipo, el vivir con problemas de ansiedad, depresivos o por el estilo. Menos todavía mujeres afroamericanas como ella.
Así que Elyse armó un mini documental de siete minutos llamado Conversación con amigos, donde hablaba justamente de cómo es vivir y convivir con la depresión. Se transformó en un éxito, ya que le empezaron a llegar cientos de mensajes de jóvenes como ella que querían compartir también su experiencia, y recibir consejos sobre cómo hablar de la depresión con sus cercanos.
Con esta experiencia Elyse lanzó en 2017 la cuenta de instagram privada llamada Sad Girls Club –o el club de las chicas tristes-, con la idea de ser un lugar de encuentro entre mujeres que querían conectarse con otras que entendieran su realidad. Las solicitudes de entrar eran tantas, que Elyse abrió la cuenta, y en 2019 tiene más de 200 mil seguidores. Ahí no sólo postean mensajes positivos o inspiradores o que dan cuenta de la depresión, sino que se busca como plataforma trabajar en tres puntos: remover el estigma asociado a los problemas de salud mental, conseguir terapia para jóvenes que no tienen acceso a ella y crear espacios de encuentro en la vida real para que las mujeres con depresión se encuentren, compartan y sientan que no están solas. Así lentamente comenzó a organizar encuentros grupales entre sus seguidoras, muchas veces con la presencia de un terapeuta.
Así Elyse se ha convertido en una activista, cuyo trabajo ha sido destacado en diferentes publicaciones. Ella define el trabajo de Sad Girls Club como el punto intermedio entre el sicólogo y los amigos de cada seguidor.