“Antes de saber escribir, yo inventaba palabras”. La poeta, activista y artista visual chilena que durante los años 60s y 70s protagonizó importantes acciones de arte junto al colectivo Tribu No, ha seguido una variada y potente carrera internacional que este año la llevará a Documenta, el encuentro de arte más grande del mundo. A Cecilia Vicuña se la considera creadora de la poética espacial de lo precario, una pionera del arte performático y ritual.
Cecilia creció en una familia de artistas e intelectuales. Estudió arte en la Universidad de Chile y a finales de los 60s creó el colectivo Tribu No junto a Claudio Bertoni, Marcelo Charlín, Francisco Rivera y Coca Roccatagliata. Organizaron míticos recitales, uno de ellos realizado en 1970 en el Museo Nacional de Bellas Artes, por invitación de Nemesio Antúnez, y donde interpretaron rock fusionado con trutrucas araucanas, lavecín barroco, danza moderna y abstractoscopio cromático.
Al año siguiente Vicuña montó “Otoño”, también en el MNBA, muestra que consistió en una intervención que cubrió de hojas secas una de las salas del Museo. En 1972 partió a Londres becada por el British Council para estudiar pintura en la Slade School of Fine Arts del University College de Londres. Allí publicó su primer libro individual de poemas que se llamó “Sabor a mí“ (1973). Vino el Golpe y Cecilia seguía en Londres donde creó y lideró la agrupación Artists for Democracy. En septiembre de 1974, miles de personas se reunieron en Trafalgar Square bajo el lema “Chile vencerá”. Ese día Hortensia Bussi, viuda de Salvador Allende, se dirigió al público e Inti Illimani e Isabel Parra tocaron sobre el escenario. Artists for Democracy también reunió ese año a artistas como Mike Leggett, Roberto Matta, Julio Cortázar y Sol LeWitt, entre otros, en una gran muestra colectiva para apoyar la resistencia a la dictadura militar en Chile.
En 1975 Cecilia se fue a vivir durante unos años a Colombia donde se desempeñó como académica, trabajó en teatro y exploró el mundo del chamanismo andino y otras tradiciones orales latinoamericanas. En 1980 se radicó en Nueva York y ahí se unió al Colectivo Herejías que publicó Herejías: una publicación feminista sobre arte y política.
Vicuña ha expuesto y publicado en varias partes del mundo. Sus acciones de arte incorporan símbolos del mundo indígena precolombino, como los quipus, herramienta que utilizaban los Incas para llevar el registro y la contabilidad. En 2006 montó un inmenso quipu menstrual para una exposición colectiva en el Centro Cultural Palacio de la Moneda. Se trataba de una rogativa a la recién asumida presidenta Michelle Bachelet para que recordara la relación entre la sangre y el agua para que ella no ratificara la mina de Pascualama. El quipu fue censurado y el curador le pidió una versión más acotada de la obra, que Cecilia transformó luego en una performance sobre la censura. En 2014 instaló un Quipu de los Lamentos en el Museo de la Memoria como parte de su muestra “Artists for Democracy: el archivo de Cecilia Vicuña”.
Este 2017 será un año intenso en actividades para la poeta y artista nacional, además de la próxima edición de Documenta , va a participar en una muestra de mujeres artistas en Nueva Orleans. También volverá al Museo de Bellas Artes con la exposición “Movimientos de Tierra” y piensa publicar cuatro libros de poesía yarte, dos en Alemania y dos en EEUU.
Fuente: Memoria Chilena, ceciliavicuna.com y La Tercera 28/01/2017.