El Museo de Arte Moderno de Nueva York fue concebido durante un almuerzo entre amigas en 1928. Se trataba de tres mujeres adineradas, Abby Aldrich Rockefeller, Lillie P. Bliss y Mary Quinn Sullivan, y muy interesadas en el mundo del arte. Abby venía pensando que la Gran Manzana carecía de un lugar donde se exhibiera arte moderno y que reconociera el trabajo de artistas contemporáneos. Decidió animar a otras mujeres que también apreciaban la estética, eran coleccionistas de arte y tenían los medios para impulsar un proyecto tan ambicioso como la creación de un museo en pleno Manhattan. La idea era mostrar lo que estaba ocurriendo en el presente artístico y evitar que muchos creadores vivieran y murieran en la indiferencia como sucedió con grandes maestros europeos tipo Vincent van Gogh.
Las mujeres se dedicaron a entusiasmar a empresarios y filántropos, y el 07 de noviembre de 1929, una semana después de la estrepitosa caída de la bolsa de Wall Street, el MoMA abrió sus puertas en el duodécimo piso de un edificio de oficinas de la Quinta Avenida con una exposición curada por estas tres mujeres y que homenajeaba a los grandes maestros modernos como el mismo Van Gogh y Seurat, entre otros.
En 1932 se trasladaron a un edificio de propiedad de John D. Rockefeller, marido de Abby, ubicado en la calle 53 y donde se mantiene hasta el día de hoy. Algunos de los primeros artistas incorporados a la colección del MoMA fueron los muralistas mexicanos, ya que Abby fue una coleccionista apasionada de la pintura de Diego Rivera.
Créditos fotos: MoMA, “Three women have a vision”