Ha comenzado en Egipto la COP27, encuentro anual que aborda los desafíos ambientales globales. Y el cambio climático y sus consecuencias, tiene rostro de mujer.
Las mujeres poseen menos acceso a recursos naturales y son quienes principalmente pesan con la responsabilidad de abastecer a sus familias. Ante las catástrofes naturales poseen menos probabilidades de sobrevivir y muchas dependen de sectores laborales que hoy están amenazados, como la agricultura. Pero, sobre todo, la emergencia climática propicia crisis sociales, políticas y económicas que agravan las vulneraciones a niñas y mujeres.
Según Naciones Unidas, la participación y liderazgo público de las mujeres es vital para cumplir en 2030 con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS). Sin embargo, la entidad establece que la mayoría de los países del mundo no ha logrado el equilibrio de género.
En esa línea el foro político intergubernamental G7 -liderado por Alemania en su edición 2022- decidió fortalecer la participación de mujeres en el espacio, ampliando la mirada de género más allá de las siete potencias que lo conforman.
La Federación de Mujeres de Alemania convocó a un grupo asesor en temáticas de género denominado ‘Women 7’ en el que participaron miembros de la sociedad civil y organizaciones feministas tanto del territorio geopolítico de los países miembros, como del sur global. La iniciativa buscó ampliar la discusión y plantear demandas al foro, considerando las diversas problemáticas y necesidades que existen en el globo en materia de género.
Dichas necesidades son múltiples y estas se ven constantemente agravadas por la emergencia ambiental. Tal como establece ONU, la crisis climática no es “imparcial en cuanto al género”.