Bautizada con el nombre de María Magdalena por su Congregación, la monja chilena Blanca Rengifo Pérez perteneció al Comité Central del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Abogada de profesión, integró Comité para la Paz en Chile, la Vicaría de la Solidaridad y cofundó la Corporación de Promoción y Defensa de los Derechos del Pueblo (CODEPU).
Creció entre Santiago y la región del Biobío donde su padre se dedicaba a la industria maderera. Estudió en un colegio de monjas y luego ingresó a Derecho en la Universidad Católica. Miembro de la Acción Católica Universitaria, descubrió su vocación como religiosa. Tiempo después de terminar la carrera se unió a la Congregación del Amor Misericordioso.
En 1950 se incorporó como profesora en la Escuela Parroquial de Hombres en Los Andes, en la región del Bíobío. Dos años después se trasladó a la Escuela de Lourdes en Los Andes donde hizo sus votos perpetuos. En 1956 comenzó a trabajar en el Hogar de Cristo pronto la nombraron Superiora de la comunidad y directora- administradora de la obra.
En 1972, cuando se produjo la toma del campamento Puro Chile, se mudó a vivir a Cerro Navia. Fue elegida como dirigenta de la Junta de Abastecimiento y Control de Precios y al igual que sus vecinos vivió en la extrema pobreza, en una mediagua sin baño ni agua.
Tras el golpe de Estado comenzó a militar en el MIR, se integró como abogada al Comité para la Paz en Chile y en 1975 conformó la agrupación clandestina «No Podemos Callar»; participó en huelgas de hambre organizadas por familiares de detenidos desaparecidos y asistió a diversas protestas callejeras. En 1978 pasó a formar parte de la Vicaría de la Solidaridad.
En 1980 cofundó CODEPU. Dos años después agentes de la CNI saquearon las oficinas de la corporación, le prendieron fuego y detuvieron a Blanca, pero eso no la frenó. Siguió coordinando organizaciones populares, defendiendo los DD.HH. y luchando contra la dictadura hasta que murió de cáncer meses antes del plebiscito de 1988.