La escritora y fotoperiodista Annemarie Schwarzenbach dedicó su vida a viajar por distintos lugares de Europa, Asía y Estados Unidos, creando una destacada obra literaria y fotográfica.
Nació en 1908 en una de las familias más ricas de Suiza, hija del heredero de una fábrica e importadora de seda, la compañía Ro. Schwarzenba, y de una madre, atleta olímpica abiertamente bisexual. Creció en Horgen, con poco interés en el lujo y vistiendo con ropa de hombre de la época. Ingresó a la Universidad de Zurich donde se doctoró en Historia con 23 años. Fue aquí que conoció a Erika y Klauss, hijos del escritor Tomas Mann. Tras terminar una relación con Erika, Annemarie mantuvo una amistad muy cercana con Klaus, con quien conoció la vida bohemia de Berlín y fueron compañeros de viaje por Italia, Francia y Escandinavia antes de la llegada de los nazis al poder en 1933.
Su familia la presionó a apoyar el régimen de Hitler desde Suiza, pero Annemarie ya era una férrea comunista con amigos judíos y refugiados políticos alemanes, por lo que financia diferentes actividades contra el Tercer Reich.
Entre 1931 y 1940 se dedicó a viajar por países orientales como Persia, Afganistán, India, Turquía, Siria, Líbano, Palestina, Irak y Persia. Este último se transforma en su lugar predilecto, inspirada por Gertrude Bell, y donde además se casa por conveniencia mutua con el cónsul francés Achille-Claude Clarac, debido a la homosexualidad de ambos y el beneficio del pasaporte diplomático. Tras volver a Europa se dedica a escribir su libro más exitoso, “Lorenz Saladin: una vida en las montañas” sobre el escalador y fotógrafo suizo. En 1937 se dedica a fotografiar el auge del facismo y nacionalsocialismo en Austria y Checoslovaquia. Viaja a Estados Unidos, y luego al Congo como prensa acreditada entre 1941 y 1942, donde escribe su novela “El milagro del árbol” y los poemas de “La orilla del Congo”.
Su obra basada en sus viajes está editada en más de 20 títulos entre novelas, libros de viaje, poesía, ensayos y relatos. Con la mayoría de su obra aún en alemán, la mayoría de sus escritos fueron quemados por su madre tras su muerte en 1942.