Anchana Heemmina es una activista tailandesa por los derechos humanos que ha visibilizado y condenado los atropellos y violencias que se viven en las provincias al sur de Tailandia.
En 2008 su cuñado fue injustamente encarcelado. Anchana comenzó a dimensionar cuántas familias vivían estas detenciones estatales, sobre todo en el contexto de insurgencia y conflicto étnico que se vive en esa región. De esta forma comenzó a acercarse a la comunidad y llevar registro de múltiples testimonios que denunciaban estos encarcelamientos y acusaciones.
Anchana fue miembro del subcomité de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Tailandia (NHRCT). En 2010 creo Duay Jai Group, organización que promueve la creación de programas de apoyo para familias, víctimas de violaciones a los derechos humanos y presos por delitos ligados a la insurgencia. A través de esta entidad, Heemmina ha llevado un registro y documentación de más de 150 casos de torturas en esta región del país. Además, desde el organismo realizan cursos y capacitaciones para comprender los conflictos políticos/sociales y trabajar por su resolución, potenciando así la paz en las provincias del sur de Tailandia.
En 2016, Anchana y los activistas Pornpen Khongkachonkiet y Somchai Homlaor publicaron un informe que recopilaba más de 50 casos de presunta tortura por parte de militares. Tras ser publicado, los activistas por los derechos humanos se enfrentaron a constantes acosos y amedrentamientos, siendo acusados de difamación, con cargos se enfrentaban a 2 años de cárcel y otros tres más por violación a la ley de delitos informáticos.
En 2017 los cargos fueron retirados, sin embargo, Anchana siguió enfrentándose a acosos masivos por medios digitales lo que la llevó, junto a Angkhana Neelapaijit, a presentar una denuncia hacia las autoridades tailandesas dada la vinculación de las cuentas a entes estatales y del ejército. En la actualidad, Anchana sigue trabajando por los derechos humanos, la impunidad, la justicia y la búsqueda de salidas pacíficas a conflictos.