Busca resolver el creciente problema de la basura espacial. Durante los últimos tres años ha trabajado para mejorar el seguimiento de los escombros que vagan en el espacio. Creó una red neural artificial que reconoce los patrones de movimiento de la basura para que naves y satélites puedan evitar chocar. Su programa puede predecir la posición futura de la basura espacial con una precisión de 98%, que es mucho más específico que los modelos estadísticos que ha desarrollado la NASA.
Comenzó su investigación luego de ver la película Gravity protagonizada por Sandra Bullock sobre el viaje hacia la Tierra de una astronauta flotando a la deriva en el espacio, luego de que un transbordador espacial fuera destruido. En la película se muestra un fenómeno conocido como el síndrome de Kessler. La órbita baja de la tierra, donde se desplaza la estación espacial internacional y otros satélites, tiene una alta densidad de objetos. Una colisión entre dos objetos genera escombros y comienza una cadena exponencial de colisiones. Esta posibilidad, que en teoría es real, entusiasmó a Amber Yang a entrar en el mundo de la astrofísica.
En 2016 se enfocó en redes neuronales artificiales, que replican el proceso de aprendizaje del cerebro humano, y las usó para identificar los patrones de ruta de escombros orbitales.
Creó su propio software incorporando leyes de la física y refinó los parámetros de su red neuronal. Compartió en línea las coordenadas de los escombros para que cualquiera pudiera acceder a ellos en stuffin.space. De ahí su red comenzó a predecir 3 días antes con datos de localización de 16 días con una precisión del 98%.
Lo presentó en varias competencias y a la Organización Europea para la Investigación Nuclear. Dio charlas TED sobre los obstáculos que enfrentan las mujeres en las áreas de Ciencias, Tecnolología, Ingeniería y Matemáticas, todo esto antes de cumplir los 18 años.
En 2017 fue finalista en el Regeneron Science Talent Search, ganó el premio Inter Foundation Young Scientist Award y una beca de USD$ 50 mil. Actualmente estudia física en Stanford mientras dirige Seer Tracking, una empresa que busca licenciar y comercializar su software.