La parisina Alexandra David-Neel fue la primera mujer occidental que visitó Lhasa, la capital del Tíbet que hasta ese entonces estaba prohibida para los extranjeros. Exploradora y escritora, redactó libros sobre religiones orientales, filosofía y sus viajes, tanto físicos como espirituales.
A los 15 años intentó embarcarse sola rumbo a Gran Bretaña, pero su familia se lo impidió. Antes de los 25 viajó por India y Túnez, y exploró España en bicicleta. Escribió un ensayo anarquista-feminista, “Pour la vie”, y trabajó como cantante y libretista de ópera.
En 1910 viajó a India. Los 18 meses planeados se convirtieron en 14 años. Alexandra conoció al decimotercer Dalái Lama, y dos años después, en Nepal, el marajá le regaló elefantes para recorrer el país. Vivió dos años y medio en un monasterio donde la nombraron lama.
Tras varios intentos, en 1924 caminó 2.000 kilómetros, durante cuatro meses, junto al lama Yongden rumbo a Lhasa, ella disfrazada de mendiga y él de monje. Para no exponerse, no llevó cámara de fotos ni equipo de reconocimiento, aunque sí escondió bajo su ropa una brújula, una pistola y dinero.
Al regresar el periódico Times la presentó en su portada como “la mujer sobre el techo del mundo”. Durante sus largas estadías en el Tibet aprendió de los lamas budistas, se interesó por la práctica denominada “creación de tulpa”. A través de la meditación los lamas generaban entidades que solían utilizar como esclavos. Pese a que los monjes le advirtieron que ésta podría volverse peligrosa e incontrolable, se concentró en la práctica y visualizó en su interior la figura del monje que quería crear hasta que lo logró. Con el tiempo este “ser” empezó a hacer su propia voluntad. Alexandra sintió miedo. En su libro “Magia y misterios en el Tibet” narró los seis meses que duró el proceso de desvanecimiento de su creación.
La Sociedad Geográfica de París la galardonó con la medalla de oro y fue nombrada dama de la Legión de Honor. A los 67 partió a recorrer China durante 10 años y a los 100 emprendió su último viaje para conocer el Himalaya.