Una de las cantantes con más ventas de la historia, Alanis Morissette ha ganado siete premios Grammy. Música, productora y actriz, sus canciones autobiográficas y desenfadas abrieron un espacio para las mujeres en la música durante los 90, marcando a toda una generación.
Hija de profesores de una escuela militar, desde los seis años tomó clases de piano. A partir de los nueve comenzó a escribir canciones y cuando tenía 11 participó en un programa de Nickelodeon. Con el dinero que ganó grabó su primer demo, “Fate Stay With Me”. En 1991 lanzó su primer álbum con el sello MCA Records Canada, “Alanis”. Sus sencillos “Walk Away” y “Feel Your Love” ingresaron al top 40 de su país y consiguió un disco de platino.
Hasta entonces Alanis era una especie de princesa del pop genérica canadiense. No le fue muy bien con su segundo disco, y se mudó a Estados Unidos donde firmó un contrato con el sello Maverick Records. Ahí vino el estalllido: debutó internacionalmente con “Jagged Little Pill”. Con alrededor de 33 millones de copias, el elepé se convirtió en uno de los más vendidos por una artista femenina y la revista Rolling Stone lo incluyó en la Lista de los 500 Mejores Álbumes de la Historia. Sus letras sinceras, escritas por la misma cantante, su imagen alejada del artificio de la industria, la convirtieron en una ícono para las jóvenes de los 90.
Viajó a India donde visitó el hospital de la Madre Teresa de Calcuta y se inspiró para hacer un nuevo disco. En 2002 la ONU le otorgó el Global Tolerance Award por su “gran labor en promover la tolerancia”.
En 2010, se casó con el rapero Souleye con quien tuvo tres hijos. Después de cada uno de ellos sufrió de depresión post parto. Tras ochos años sin presentar un álbum, regresó con “Such Pretty Forks In The Road” donde compartió sus experiencias. En la actualidad, además de trabajar en televisión y en su música, está escribiendo sus memorias y ejerciendo como productora ejecutiva de Relatable, una serie inspirada en su vida.