Profesora normalista feminista, cofundadora del Movimiento Pro-Emancipación de las Mujeres de Chile (MEMCH), Aída Parada impulsó las Escuela Experimentales, fue preceptora de la Asociación General de Profesores y activa gremialista en la Sociedad de Escuelas Normales y en la Unión de Profesores de Chile. Trabajó por la protección de la madre y la defensa de la niñez. Asistió como delegada chilena en la primera reunión de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) de la Organización de los Estados Americanos.
La mayor de siete hermanas y dos hermanos, nació en Linares a inicios del siglo XX. Se formó como profesora e hizo una maestría en la Escuela Normal de Talca. En su ciudad natal se desempeñó como preceptora en la Escuela Superior nº2 y fundó una institución educativa para adultos. Gracias a una beca otorgada por el ministro de Educación de la época, Darío Salas, estudió en el Teacher’s College de la Universidad de Columbia, Estados Unidos, donde se licenció en Artes e hizo una maestría en Artes con mención en Supervisión.
En 1930 participó en la primera reunión de la CIM en Cuba. Cinco años después cofundó el MEMCH e integró su primer directorio. De carácter multiclasista, la organización feminista luchó por la igualdad jurídica y política y por el acceso paritario al mercado laboral entre hombres y mujeres. Exigieron el sufragio femenino universal, pidieron protección de la maternidad obrera y brindaron apoyo a las primeras generaciones de mujeres que accedieron a estudios superiores, entre otras cosas.
Defensora e impulsora de la educación pública y gratuita de calidad, veía la educación como la vía para el progreso del país. Dirigió la Escuela Experimental de Niñas en Chile y abogó por la importancia de la educación sexual. Hizo clases en la Facultad de Filosofía y Educación del antiguo Instituto Pedagógico. En 1947, fue designada docente de la cátedra de Técnicas de Evaluación en la Universidad de Chile. Continuó enseñando hasta su retiro en 1973.